Simplemente aun hay cosas que no logro entender. Pero si el objetivo es ser más madura y de esa manera tener acceso a lo que mi corazón desea, adelante. Aunque yo, por mis propios medios, no podré concretar mis sueños. Necesito de la Guía y esperar pacientemente Su tiempo. Change.
Y el cambio inicia hoy. Demostrar que puedo ser una mejor persona y que puedo crecer en la Relación con mi Padre, es mi decisión.
Siento que todo esto es una prueba.
lunes, 22 de junio de 2009
miércoles, 10 de junio de 2009
Hablando de Flojeras...
No se antes, pero en estos tiempos me doy cuenta de que la flojera y la ociosidad son un problema global. Lo observo en mi Iglesia, en la escuela, en la calle, en mi dormitorio, en mi vida. Empezando por el hecho de que hay tantas cosas que me gustan hacer (writing for example) y no las hago, dejándome vencer por estas amigas?? nocivas y destructivas. Me trazo metas o planes para el día y solo llego a cumplir como un 10%. Next day, me lavo la cara y me digo a mi misma que ya basta de la misma monotonía. Más o menos lo logro.
Luego llega el sábado. Estoy feliz. Me encuentro en mi lugar favorito y con mi gente. Aqui pareciera que no hay cabida para las mundialmente conocidas apatía y flojera (again).
Nos sentamos todos en círculo y empieza el tema. La expositora toca las fibras sensibles de los que estamos allí. Hay tanto para compartir: experiencias, anécdotas graciosas o vergonzosas, cosas que le han sucedido "al primo de un amigo", algún concepto filosófico o rebuscado o simplemente un consejo bien o mal intencionado, todo relacionado a nuestra actual sociedad y cómo es que la indeferencia a lo ajeno, el tener una "openmind" y sobre todo el conformismo y materialismo juvenil nos han influido. Observo entonces a mi alrededor. Quisiera empezar un debate, escuchar a mis hermanos opinando y expresando sus pensamientos al respecto. Quiero saber cómo es que a ellos les ha afectado o no la sociedad y su mentalidad. Qué luchas enfrentan, qué están haciendo para combatirlas, qué papel juega Dios en todo esto.
Sin embargo, solo escucho una voz que me sorprende. Es la voz de un chavo que tiene mucho que aportar, aunque a veces simplemente está como ausente.Pero ese sábado no lo estuvo. Habló y contribuyó a la retroalimentación del tema.
Cuando dejó de hablar otra vez miré, con la esperanza de que alguien más se animara y compartiera su sentir. Nadie lo hizo. Deseos de salir corriendo y llorar se apoderaron de mi.
Así que alzé la mano y pedí la palabra. No recuerdo que dije, pero exhorté a que precisamente no nos dejáramos llevar por cualquier indicio de pereza, más bien, que en verdad ejerzamos como jóvenes nuestro papel de "la generación del futuro" y ya empieze a cambiar nuestra mentalidad. Algunos me miraban como si me estuviera postulando para ser presidenta. Otros asintieron con sus cabezas y algunos más de plano su mente andaba vagando por el paìs de no se qué. Sin embargo, sé que como la semilla de la Verdad ya ha sido plantada en nuestros corazones, nuestro Espíritu se encargará de hacer la obra si nosotros ponemos también de nuestra parte.
Pues sí. Finalmente la apatía, desinterés y simpleza no conocen fronteras, ni repetan raza, religión, edad, posición social o sexo. Cuando te pega, te pega.
Luego llega el sábado. Estoy feliz. Me encuentro en mi lugar favorito y con mi gente. Aqui pareciera que no hay cabida para las mundialmente conocidas apatía y flojera (again).
Nos sentamos todos en círculo y empieza el tema. La expositora toca las fibras sensibles de los que estamos allí. Hay tanto para compartir: experiencias, anécdotas graciosas o vergonzosas, cosas que le han sucedido "al primo de un amigo", algún concepto filosófico o rebuscado o simplemente un consejo bien o mal intencionado, todo relacionado a nuestra actual sociedad y cómo es que la indeferencia a lo ajeno, el tener una "openmind" y sobre todo el conformismo y materialismo juvenil nos han influido. Observo entonces a mi alrededor. Quisiera empezar un debate, escuchar a mis hermanos opinando y expresando sus pensamientos al respecto. Quiero saber cómo es que a ellos les ha afectado o no la sociedad y su mentalidad. Qué luchas enfrentan, qué están haciendo para combatirlas, qué papel juega Dios en todo esto.
Sin embargo, solo escucho una voz que me sorprende. Es la voz de un chavo que tiene mucho que aportar, aunque a veces simplemente está como ausente.Pero ese sábado no lo estuvo. Habló y contribuyó a la retroalimentación del tema.
Cuando dejó de hablar otra vez miré, con la esperanza de que alguien más se animara y compartiera su sentir. Nadie lo hizo. Deseos de salir corriendo y llorar se apoderaron de mi.
Así que alzé la mano y pedí la palabra. No recuerdo que dije, pero exhorté a que precisamente no nos dejáramos llevar por cualquier indicio de pereza, más bien, que en verdad ejerzamos como jóvenes nuestro papel de "la generación del futuro" y ya empieze a cambiar nuestra mentalidad. Algunos me miraban como si me estuviera postulando para ser presidenta. Otros asintieron con sus cabezas y algunos más de plano su mente andaba vagando por el paìs de no se qué. Sin embargo, sé que como la semilla de la Verdad ya ha sido plantada en nuestros corazones, nuestro Espíritu se encargará de hacer la obra si nosotros ponemos también de nuestra parte.
Pues sí. Finalmente la apatía, desinterés y simpleza no conocen fronteras, ni repetan raza, religión, edad, posición social o sexo. Cuando te pega, te pega.
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