miércoles, 21 de mayo de 2008

Otoño

Las hojas ya van cayendo...
Pienso en ti como el viento...
Observo lo que mueves, te respiro, te siento, pero no te veo.
Puedo escucharte cuando estoy atenta; eres como el suspiro con el que cada día me levanto.
Cuando paso por tu casa, percibo la paz de tu mirada, esa paz que inunda mi alma, que la sumerge en un río puro y cristalino.
Cierro los ojos y comienzo mi plática contigo, estoy sentada en tu regazo, te comento mi odisea, tú no puedes dejar un solo instante de mostrarme tu aperlada sonrisa; te cuento mi difícil travesía y ahora lágrimas corren por mis mejillas.¿Qué pasa? ¿Porqué no cambia la expresión en tu cara? ¿Porqué sigues ahí mirándome de la misma manera? ¿No has acaso entendido mi dolor, mi frustración? Siento el peso sobre los hombros, me va encorvando.Ya no puedo seguir acumulando más y más corrupción.
De repente unas manos hermosas, delicadas y fuertes como las del pianista toman esas lágrimas y las transforman en el rocío que cubre al mundo, en la brisa marina que llega hasta los labios del pescador.
Sutilmente ha removido ese peso, me ha devuelto la postura y me ha dicho que él puede llevar toda esa amargura.
Abro mis ojos,me doy cuenta que sigo en el mismo lugar.No te veo. Me levanto, parece que nada ha cambiado. Toco mis hombros y ahora realizo que el dolor se ha desvanecido.Lo que estremecía a mi ser ha desaparecido. En su lugar descubro que traigo puesta una hermosa capa de amor, que ha sido tejida con hilos puros de perdón y redención.
De nuevo alzo mis ojos, te busco con la mirada, no estás.
Ahora dormiré. El viento susurrra a mi oído. Mis ojos se van cerrando, el corazón se ha ido abriendo.Sueño. Imagino tu silueta, el aroma de tus cabellos. Siento el contacto de mi mano con la tuya. Ansío el día que pueda estar entre tus brazos, el día que podré acariciar tu rostro. Mi ser entero anhela el momento en el que jamás dejará de mirarte a los ojos.
Anhelo el tiempo en el que estaremos cara a cara, disfrutando de la felicidad sublime.Gozándonos en el espacio eterno.
Mientras tanto, espero, aguardo.Ha llegado el otoño.Las hojas ya van cayendo. Pienso en ti como el viento ...

1 comentario:

vicko dijo...

me impresionan tus lineas son tan expresivas, llenas de luz, con esa reflexion joven de la vida, te Felicito, creo es tu vocacion. Te quiere tu papa, Ruben.