Pasan los días y siento que mi mente se hace cenizas...
A lo lejos me doy cuenta de que tienes polvo.
Luego me acerco, te sacudo y otra vez has quedado limpio.
Al día siguiente me olvido de ti. Tres días más tarde vuelvo a tus brazos.
Siento mi corazón entenebrecido cuando no estoy contigo.
Y aún así me alejo.
A veces ni siquiera te pienso.
Se que te necesito.
Esque sin ti mi vida no tendría sentido.
Andaría a la deriva.
De repente he querido ser el capitán de mi barco.
Y es por eso que he estado al borde del naufragio.
Pero es en esos momentos cuando más siento tu mano.
Me cargas en tus fuertes brazos y me llenas de cuidados.
Digo, ¿Acaso lo merezco?
Te amo pero no siempre lo demuestro.
En cambio tu a mi sí, en todo momento.
Ayer tenía deseos de huir.
Pero hoy quiero estar aquí.
Y mañana anhelo despertar a lado tuyo.
Aunque estaré siempre luchando conmigo misma
vale la pena por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario